Ya hace varias semanas me he encontrando con la chica que había estado soñando desde hace como 8 años. Mi yo del futuro que ya está en el presente. De niña siempre quería que el tiempo pasara muy rápido, pero ya estoy aquí.
Todo esto del álbum me ha dado una gran enseñanza del tiempo; una mayor conciencia del momento en el que vivo; de la persona que tengo al frente; del día menos que tengo...
Las cosas que valen la pena se construyen a través de procesos sólidos, lentos y duraderos, que nos van a exigir mucho, que nos van a pedir constancia, que necesitan disciplina. Creo que soy parte de una generación donde nos hicieron todo de pequeños y, aunque no quiero juzgar eso, sí dio un efecto en nosotros.
Me asusta normalizar la pereza, la indisposición, la falta de interés, lo fácil. Y aunque no puedo negar que también caigo en eso, intento ser siempre muy consciente de lo que pasa. Creo que admiramos a alguien que es disciplinado y constante, porque nos cuesta hacer eso, nos cuesta trabajar sin presión, nos cuestan los procesos largos, nos cuesta trabajar y no ver resultados.
Aunque la música no merece ser presionada, ella merece ser atendida.
Hace poco alguien me dijo que yo estaba enamorada de mi música, y pensé que eso era muy cierto. Parte de lo que ustedes escuchan hoy, duró guardado mucho tiempo, quizá porque no estaba lo suficientemente enamorada de ella como para hacer que otro se enamorara de ella.
Algo así me pasaba con el disco mientras lo construía, y parte de el largo tiempo que tomó hacerlo fue la decisión de ser independiente, bajo ninguna presión y con la completa libertad de tomar mis propias decisiones. Además de poder darme mi tiempo, para poder escucharme y saber que quería.
Quiero seguir creyendo en el proceso orgánico que estamos viviendo tú y yo, si estás leyendo, esto es porque eres un oyente orgánico, y llegaste porque querías, porque te sientes bien, porque te hace feliz. Quiero darte el disco y abrazarte, porque la música es mucho más que lo que hemos creído, más que lo que nos han vendido.
Nos vemos en el próximo concierto, o en la próxima vez que escuches mi canción.
Editado por: Leonardo Echeverry Ortiz